Es verdad, que más difícil es entender la entidad de algo, no tanto cuando nos es desconocido, sino cuando hay tanta información (a veces tan confusa y contradictoria) sobre ello, que ya no sabemos bien qué creer y entender por verdad.
Con el Yoga , quizás, hoy sucede algo similar (simplemente googlealo y comprobalo!)
Ahora bien, más allá del magma de info, hay algo certero. Podríamos pensar al Yoga como un compilado trans-temporal de patrones, estructuras generales y específicas, recetas físicas, consejos de gran sabiduría.
Podríamos pensar al Yoga como una ciencia experimental, que se pasa a través del cuerpo y se nos ha transmitido por generaciones y generaciones, desde hace (al menos) tres mil años.
¿Un tiempo considerable, no?